Modalidades E-Leraning y B-Learning

Mediante este foro, ampliaremos las habilidades y destrezas para el abordaje de estrategias didácticas desarrolladas bajo las Modalidades E-Leraning y B-Learning, asumiendo las tendencias educativas actuales producto de los postulados inherentes a la globalización, la inclusión social, la accesibilidad universal y la alfabetización digital.

Actualmente, es notorio, que la tecnología, a través de la técnica, ha invadido todos los espacios de la actividad humana, hecho que se acentuó con el paradigma moderno y su postura de ofrecer “calidad y bienestar a los seres humanos”, impulsando el desarrollo de recursos que forman parte de la esencia misma del hombre. En este sentido, Weinstein (1982, p.21), expresa: “la tecnología fue vista como un conocimiento útil para transformar positivamente la humanidad y la naturaleza, para liberar al hombre de las limitaciones de sus poderes cuando ya habían sido aceptados como inevitables”. Desde esta perspectiva, el hombre en el mundo moderno ha concentrado sus esfuerzos y conocimiento en la capacidad de producir cosas materiales tendientes al mejoramiento de su calidad de vida, configurando una supremacía en materia de superación personal que ralla en lo intelectual.

Partiendo de esta premisa, se deriva la proyección de un hombre cada vez más dependiente de los productos tecnológicos coadyuvantes de la transitoria vida que le ha sido otorgada a cada ser humano para desenvolverse en este mundo. En alusión a esto, Mitcham (1989, p.79), señala: “la Técnica…constituye la única moderna forma de fabricar y utilizar artefactos que tiende a dominar e incorporar en sí mismo todas las otras formas de la actividad humana”. Esta concepción, nos adentra en un espacio de tiempo en el que la tecnología ya es parte fundamental, de la especie humana. En torno a esto, Kuhn (1982, p.249), apunta: “la tecnología influye no sólo en nuestra interpretación del mundo natural (la ciencia), sino además, en nuestro auto-entendimiento”. Entones, la tecnología significa, hoy en día, para el hombre un hecho filosófico que permite verificar, constatar, y sentir los alcances, en materia de avances, mediante la madures cognitiva como camino hacia la minimización de los límites científicos, buscando vencer la dominación del mundo sobre él.

En consecuencia, el hombre en su afán de apegarse a los avances tecnológicos, está cada vez más consciente de la realidad de su contexto, tanto, que para Mitcham (1989, p.84), actualmente: “incluso el hombre común conoce los detalles y principios de la ciencia y la tecnología mejor que aquella minoría ilustrada de los tiempos pre-modernos”. Sin duda, se ha gestado una dupla totalmente inevitable entre el hombre y la tecnología, que resulta sumamente difícil de deslastrar. En relación a esto, Heidegger (1962, p.38), afirma: “La técnica, cuya esencia es el Ser en sí mismo, nunca permitirá ser superada por los seres humanos”. Desde esta perspectiva, se desprende que la humanidad está signada por el devenir tecnológico, que hasta ahora, ha marcado y seguirá denotando nuestros principios y accionar socio-cultural.

Por consiguiente, la tecnología simboliza el abrazo del hombre con los elementos del mundo que él ha configurado bajo la premisa “Gaiana” de la madre tierra como la gran morada de las sociedades. En función a esto, Mitcham (1989, p.80), expone: “la tecnología es un intento de los seres humanos para construir su hogar en el mundo”. En tal sentido, el hombre ha sido pieza clave para la determinación y construcción de su propio contexto, creando y desarrollando colectivos sociales imprescindibles para su caracterización enmarcada en la tecnificación de ésta y las sociedades futuras. Al respecto, De Pablos (2009, p.29), señala: “Las tecnologías, han desempeñado un papel fundamental en la configuración de nuestras sociedades y nuestra cultura”. Esta fusión dinámica hombre-tecnología gesta una relación de reciprocidad, que en la perspectiva del paradigma postmoderno, se orienta hacia la armonía humano-científico-tecnológica de las sociedades desde el seno de la aldea global en la que convergen diversas gamas de grupos sociales con características comunes.

En virtud de la inevitable cohesión hombre-tecnología surgen posturas que nos invitan a reflexionar y comprender la magnitud de los avances tecnológicos desde todos los campos de aplicación, ya no como recursos para mejorar uno o varios procesos de la vida cotidiana, sino concebida como una filosofía de vida que acompaña al hombre en cada una de sus actividades, sofisticando, mejorando e incrementando su perspectiva de vida desde el contexto social donde se desenvuelve. Tanto así, que la connotación de sociedad en las últimas décadas se vincula con la información y el conocimiento, en clara alusión a la innovación tecnológica y su evidente repercusión en los grupos sociales. Tal premisa, nos conduce a reflexionar en torno a la tecnofobia, constituyendo la esencia del siguiente argumento.

Por su parte, la gran masa de datos generados por los millones de personas que habitan en el mundo, lo cual dio vida a la denominada sociedad de la información y como consecuencia de los postulados citados en los apartados anteriores, referidos a la productividad, tecnificación de actividades, mecanización de procesos, entre otros, surge el concepto de Sociedad del Conocimiento, acuñado a la sociedad actual, partícipe de procesos en los cuales el conocimiento juega un papel fundamental, que sin duda, otorga amplia distinción para la sociedad, en materia cognitiva, marcando diferencias fundamentales entre la sociedad de la información y la del conocimiento. En relación a esto, Sevillano (2008), expresa:

Mientras que la sociedad de la información el sílice material por ejemplo tiene significación especial, en la Sociedad del Conocimiento son más importantes los procesos inmateriales del pensamiento. El producto típico de la sociedad de la información es el chip, mientras que en la Sociedad del Conocimiento lo es el saber. En el futuro no serán ya los datos lo importante, sino las ideas. (p.3)

De acuerdo con el autor, la Sociedad del Conocimiento implica un cambio sustantivo en las formas de concebir el mundo actual, configurando nuevos efectos en todos los aspectos del quehacer diario, con repercusiones directas en situaciones reales y cotidianas. En torno a esto, De Pablos (2009), afirma: “los progresos y resultados deben ser interpretados y valorados por la sociedad, además de por su utilidad, también desde el punto de vista cultural y ético ya que tecnológicamente parece no haber límites.” (p.27). Desde esta perspectiva, las tecnologías, especialmente la Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), a través de sus aplicaciones, herramientas, recursos y dispositivos, están favoreciendo significativamente en el desmoronamiento de las distancias geográficas, ya que durante los últimos años los humanos están más compenetrados con el uso de dispositivos técnicos (computadoras) por sus bondades comunicacionales.

En tal sentido, las diversas instituciones educativas, específicamente las del nivel universitario, han apostado por las bondades de las TIC para sumergirse en procesos educativos mediados, dando paso a la educación en línea. En torno a esto, Lozano y Burgos (2008), expresan: “La educación a distancia, especialmente la basada en el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC), es cada vez más aceptada en el medio universitario”. (p.22). Esto, debido al perfeccionamiento y optimización de los dispositivos y aplicaciones para simular ambientes académicos y presentar tópicos mediante elementos plenamente dotados de multimedia.

En ese mismo orden de ideas, la atracción del sector universitario y de los estudiantes hacia la utilización de programas en línea reviste un notorio progreso, ya que, los modelos interactivos fundamentados en múltiples bondades que no pueden aprovecharse al máximo mediante los programas de educación bajo la modalidad presencial, sobre todo porque la sociedad está inmersa en un clima de productividad que consume el tiempo útil de dedicación de las personas a su desarrollo profesional, representando éstas diatribas las puntas de lanza de la E-Learning, ya que bajo la referida modalidad se tratan de mitigar dichas vicisitudes. Al respecto, Lozano y Burgos (2010), apuntan:

El estudiante se ve beneficiado al estudiar en el modelo interactivo basado en TIC, ya que este modelo incrementa las posibilidades de acceder a la educación superior, le da flexibilidad en el tiempo y en el espacio, le ofrece atención personalizada del profesor, implica menos viajes, y le da más tiempo para contestar preguntas hechas por el profesor. (p.37)

Desde esta perspectiva, y tomando en consideración que la sociedad actual está signada por las tendencias económicas delimitadas por los estándares productivos e industriales, se hace evidente la necesidad de apropiarse de las herramientas y recursos derivados de las TIC, para inmiscuir a la población mundial en procesos educativos centrados en ambientes virtuales de aprendizaje ampliamente dotados de elementos multimedia y mecanismos comunicacionales prestos a la integración de personas sin distingo de raza, credo, condición social y cultural, entre otros. En tal sentido, con soportes en la tecnología, la globalización y la economía, surge la educación a distancia con apoyo electrónico (E-Learning, Apendizaje Electrónico), cuya modalidad ha registrado un acentuado progreso debido a las bondades de la Internet, entre otras herramientas y/o dispositivos comunicacionales. En tono a esto, Bautista y otros (2008), expresan:

La formación en línea posibilita dos hechos importantes. Uno es la participación de los estudiantes de lugares alejados entre sí, y el otro las ventajas que supone para la universidad implementar cursos en línea al carecer éstos de las limitaciones que presentan las instalaciones físicas de la propia universidad. (p.30)

De acuerdo con la cita anterior, este desarrollo se puede evidenciar en el significativo número de universidades iberoamericanas que ofertan actualmente carreras fundamentadas en sistemas en línea (on-line), los cuales rompen las barreras témporo-espaciales propiciando el acceso a la información, respondiendo a los parámetros de inclusión y accesibilidad universal, garantizando el tiempo para las labores del hogar y del trabajo, y minimizando la inversión en infraestructura (planta física) para las universidades.

No obstante, todas las potencialidades anteriores, al respecto de la educación en línea, pueden ser rutinarias y/o tradicionalistas, desde el punto de vista de la praxis académica, si no se revisten de procesos innovadores. En alusión a esto, Bautista y otros (2008), afirman: “Mientras que en un entono presencial la mayor parte de la información es verbal…y gestual. En un EVEA prácticamente toda la información es textual”. (p.29). Esta aseveración, expresa mucho de los procesos educativos, puesto que en la modalidad presencial, el contacto físico entre los sujetos supone la activación de los receptores sensoriales, específicamente en los canales visual, auditivo y cinestésico; en la modalidad E-Learning, por la masa información contenida en textos, prácticamente el aprendizaje se reduce al canal visual.

Entonces, cabe reflexionar acerca de la utilización de las tecnologías, específicamente los medios electrónicos como dispositivos innovadores para potencializar los canales multisensoriales de los sujetos. Además, de la concepción del hombre como un robot o máquina productiva diseñada para realizar tareas específicas, olvidando que éste orgánicamente posee necesidades afectivas que lo impulsan a la autorrealización. Para mitigar la mecanización de los procesos educativos a través de la modalidad E-Learning, surge la modalidad B-Learning (Aprendizaje Mixto) combinación de la modalidad presencial con la modalidad a distancia con soportes electrónicos.

La Modalidad B-Learning, tiene gran aceptación en las instituciones universitarias, ya que otorga la posibilidad a los docentes del contacto físico en una relación de encuentros (40-60), lo cual indica que el docente y el estudiante se encuentran físicamente en los ambientes de clase aproximadamente en un 40% de la totalidad de las horas del curso y el resto, es decir, el 60% se gesta bajo los entornos virtuales de aprendizaje y viceversa.

En virtud de los señalamientos anteriores, referidos a la modernización de las actividades humanas con apoyo de las tecnologías, cuyos procesos de aprendizaje responden a las políticas del contexto y a los parámetros globales, surgen los siguientes planteamientos:

El aprendizaje virtual ha cambiado los métodos de estudio en donde se integran las tecnologías, correspondiendo con la concepción de E-learning la Unión Europea, expresa: “el uso integrado de las tecnologías en apoyo de los procesos de enseñanza-aprendizaje” (p. 42). Por lo que lleva a considerar que poseen muchos privilegios como el rompimiento de barreras de tiempo y espacio, presentando nuevas ideas y estrategias para la adquisición del conocimiento, mas sin embargo, un gran número de docentes venezolanos presentan deficiencia en el desenvolvimiento de prácticas en actividades tecnológicas mostrándose un rechazo al cambio, lo cual presenta una desventaja al proceso.

Este rechazo o resistencia al cambio que tanto mencionamos nos lleva a reflexionar que la educación no es materia monótona( ) , al contrario cada día está en evolución, y surge la necesidad de adaptarnos a nuevos paradigmas en los que se presentan variedades de retos. Cabe destacar que también existen Docentes Venezolanos (como lo expresa Mery) que si aceptan las tecnologías dentro de su formación estando en la búsqueda del aprendizaje propio mediante la modalidad E-learning, para adquirir conocimientos de dichas herramientas (y otras áreas de conocimientos) y así construir sus propios espacios donde puedan asumir el rol de tutor y docente-tutor en el caso de B-learning multiplicando los conocimientos ya adquirido a lo largo de sus carrera.

De acuerdo con Área (2005), el concepto E-learning surge vinculado con otro como es la Educación a Distancia, afirmando que este primero es una nueva modalidad de enseñanza-aprendizaje remota que utiliza las tecnologías digitales. Sin la obligación de poner un pie en la escuela y con sólo tener acceso a una computadora se pueden abrir puertas de la educación que en otro tiempo hubieran permanecido cerradas. Por otro lado se encuentra el B-Learning como una modalidad mixta de formación que incorpora las Nuevas Tecnologías a la enseñanza semipresencial tradicional de educación, que combina la Educación a Distancia con encuentros presenciales. El aparecimiento de la educación en ambas modalidades ha proporcionado importantes beneficios al desarrollo intelectual de las personas a nivel mundial, mejorando la alfabetización tecnológica de todos sus actores, ofreciendo una posibilidad de uso productivo del tiempo libre de los jóvenes; la alimentación de los cursos con contenidos educativo digitales genera una contribución a la sociedad mundial del conocimiento y la reutilización de materiales de un curso a otro crea un ciclo de mejora continua con un gran impacto en la calidad de la Educación Venezolana.

Se ha convertido en un reto para las instituciones educativas y sus profesores el uso de estas modalidades de estudio de modo que la conciencia que últimamente han cobrado algunas de las instituciones por capacitar a su personal ha potenciado más el uso de este tipo de educación, ya que es importante buscar nuevas formas de aprendizaje donde los jóvenes se sientan conectados. Por lo que es posible que estas modalidades tengan mayor alcance, y esto es puede lograrse si los docentes rompen con ese esquema tradicional, lo cual queda de parte de cada uno de ellos el buscar de manera independiente si es necesario estar actualizados y ser dinámicos, emprendedores.

El aprendizaje electrónico (E-L) y el aprendizaje combinado (B-L) requieren por parte del docente y de los alumnos que ambos posean mínimas competencias tecnológicas para el desarrollo de las actividades, de igual manera se requiere de una plataforma tecnológica para su efectivo desarrollo.
Igualmente nos encontramos con se requiere que los estudiantes tengan habilidades para el aprendizaje autónomo y de manera virtual, o de lo contrario estos procesos educativos fracasarían. Quizá es allí donde recae su punto negativo en nuestro país, dado que solemos encontrarnos con docentes y alumnos que son tecnófobos, y se resisten al cambio en algunos paradigmas educativos. Windervochel (2011) dentro de éste foro resalta la importancia de sensibilizar la conciencia de los docentes acerca de la pedagogía y la tecnología para lo cual “se requiere además de la actitud del docente, el apoyo del Estado para lograrlo, con una planificación verdadera de la incorporación de las NTIC a la educación en todos sus niveles, que incluya tanto a los docentes como a los alumnos.”
No obstante, en la actualidad dentro Venezuela contamos con la tecnología para la implementación de estas modalidades educativas, y de hecho se cumple que en casi todas las universidades venezolanas se dictan cursos a distancia y de manera semi-presencial, rompiendo así las barreras que la tecnofobia había conquistado hasta ahora. Tal como lo mencionaba Albornoz (2011) en su intervención anterior “dichos factores de resistencia al cambio retrasan el avance del mismo pero no lo frenan por completo.”

[Continuación…]
Muchos de los participantes citaban dentro de éste foro que en nuestro país contamos con la plataforma tecnológica para la implementación de éstas nuevas modalidades en nuestras casas de estudios en cualquier nivel educativo, tenemos el ejemplo del programa Canaima que permite a los niños que cursan la primera etapa de educación básica hacerse con herramientas para su aprendizaje en un entorno semi-virtual, donde el docente trabaja codo a codo con el niño.
Guzmán J. (2011) nos habla del carácter antagónico de

este miedo y/o rechazo ‘irracional’ que muchos definen como ‘tecnofobia’… ya que [muchos desconfían] de la tecnología en el trabajo, pero [se apropian] de ella en [la realización de sus] quehaceres personales…

Nos encontramos entonces con docentes que visitan frecuentemente las diferentes redes sociales e interactúan en ellas con el poco conocimiento que se atreven a desarrollar.
En nuestras aulas de clases podemos usar esta ambigüedad a nuestro favor, promoviendo en nuestros alumnos y compañeros de trabajo la participación en wikis, blogs, redes sociales, y foros, con el propósito de irlos llevando por el camino de la alfabetización tecnológica sin que presente alguna actitud de inercia, aprovechando al máximo los recursos que nos dan el CBIT, las diferentes leyes y decretos en materia tecnológica dentro del país (decretos 3390 y 825 entre otros), el Proyecto Canaima, el Plan Nacional de Alfabetización Digital, la Misión Ciencias y el proyecto de Implantación de Software Libre, entre otras herramientas que nos facilitan el libre y buen desenvolvimientos de la educación virtual tanto en su modalidad E-Learning como B-Learning.